domingo, 29 de enero de 2012

"¿Pau blando? Ya quisiera ser yo como él"


Vaya cruz. Es una moda que no tiene fin. Los Lakers se enfrentan a un equipo y a la estrella de turno le preguntan si Pau Gasol es blando o no lo es, algo que debería estar claro para la afición americana y mucho más para el colectivo de periodistas que informa de la NBA. No digamos para Chris Paul, un profesional del baloncesto. La cuestión la escuchó Ricky Rubio, 24 horas antes del primer duelo de su carrera ante el ala-pívot catalán.
Siempre ídolo, ahora le tendrá como rival. A Ricky le impresionó la pregunta porque por muchas veces que haya escuchado el apelativo, no se lo termina de creer. Hay ocasiones en las que uno se siente afortunado de estar en los sitios en los que está. Porque la cara que puso Rubio fue graciosa. Primero se echó unas risas y después contestó. "¿Blando? Me gustaría ser tan blando como él. Un líder como Pau nunca puede ser blando. He jugado con él, he entrenado con él, he convivido con él y es todo menos un blando. Un blando no hace lo que ha hecho él. Miren su palmarés".
El más emocionante de ver
La encuesta de NBA.com coronó a Ricky Rubio como jugador del momento en la NBA. Ningún jugador europeo, puede que en la historia de este campeonato, ha tenido el impacto del base de los Wolves. Éxito instantáneo. La última vez que comprobé los datos, Ricky aventajaba en doce mil votos a LeBron James. Muy atrás se quedaban Rose y Griffin. Sondeos así son los que necesita esta Liga para convencerse de que Ricky tiene un hueco en el All Star Game. Cada vez me lo creo más junto a Mickey Mouse en Orlando. David Khan, el hombre que apostó por él para los Wolves, afirmó ayer que ahora mismo está "en el top 5 de jugadores a los que el público quiere ver" que es una forma de decir, "que bueno soy porque lo seleccioné yo".
¿Cuánto durará Mike Brown?
Los Lakers, en su línea de los partidos jugados fuera de casa (y algunos del Staples), hicieron de nuevo el ridículo. El penoso estado del equipo campeón en 2009 y 2010 no hace distinciones. Fuera de casa pierde contra los buenos y los malos (1-7). Se trata de un equipo que pretende ganar los partidos desde la defensa porque a estas alturas ya sabe que ataca fatal y tampoco protege bien su aro. Encajó 51 puntos al descanso y 100 al final. Fuera de 'playoffs', son décimos del Oeste y están a punto de meterse en la boca del lobo, Minneapolis. Van a tener que jugar en la universidad de Towson para ganar a domicilio. Perdón, allí tampoco. Después de 41 derrotas consecutivas, récord en la NCAA, los Tigers saborearon la palabra victoria

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