Los Ángeles Clippers, posiblemente en su mejor versión de la temporada, mandaron un serio aviso al líder de la Conferencia Oeste, los Oklahoma City Thunder, con una autoritaria victoria (112-100) cimentada en la espectacular pareja formada por Blake Griffin y Chris Paul.
Griffin concluyó con 22 puntos y siete rebotes, mientras que Paul registró 26 tantos y 14 asistencias. Por los Thunder, que vieron rota su racha de cuatro triunfos seguidos, destacaron sobremanera Kevin Durant (36 puntos y 13 rebotes) y Russell Westbrook (31 tantos). Serge Ibaka terminó con dos puntos y cinco rebotes en 29 minutos.
Trepidante. Así fue el choque entre dos de los equipos más excitantes de la liga, con emparejamientos individuales explosivos como los de Paul y Westbrook, Griffin y Durant o Kendrick Perkins y DeAndre Jordan.
Sin embargo, fue un invitado de lujo como Caron Butler quien, en otro inicio abrumador como acostumbra últimamente (superó la barrera de los 10.000 puntos en la NBA), anotó tres triples antes de que Paul tomara las riendas del partido y disparara a los Clippers (30-17).
Oklahoma basaba su ataque exclusivamente en Westbrook y Durant, hasta que Collison aportó su granito de arena a falta de 33 segundos para que concluyera el primer cuarto.
Esa falta de aportación ofensiva por parte de los demás jugadores de los Thunder siguió siendo una gran losa, agudizada por los problemas defensivos del conjunto de Scott Brooks. Su defensa hacía aguas, al igual que la deficiente circulación de balón en estático.
Así, los californianos, con un Jordan inspirado en la zona, siguieron hurgando en la herida (50-35) y aguantaron el torrente de juego de Westbrook y Durant cuando más daño hacían (52-46), habiendo anotado 37 puntos entre ambos.
En ese momento el partido parecía romperse. Llovieron cuatro triples seguidos (dos de Mo Williams, uno de Butler y otro de Chauncey Billups) y los Clippers se fueron al descanso con un 64-46 en el marcador.
Por si fuera poco y en pleno festival de los Clippers (70-49), Griffin firmó uno de los mates más salvajes de la temporada, esta vez sobre un Perkins al que no le quedó más opción que asistir atónito a semejante acción.
Ardía el Staples. Los angelinos mostraban un altísimo nivel de juego en ambas zonas de la cancha y Paul, desde el triple, negaba cualquier atisbo de reacción por parte de su rival a falta de un cuarto (90-70).
Los Thunder siguieron remando contracorriente (101-90), pero la noche era de Griffin. Volvió a adornar su estadística con otro mate potente ante una defensa que, esta vez, decidió no estorbar en el vuelo de la estrella local. Fue reflejo de la rendición de Oklahoma, un equipo en exceso dependiente de sus dos bazas principales.
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