Hasta llegar a convertirse en la última gran sensación de los Knicks, Jeremy Lin tuvo que pasar por muchos obstáculos. El último de ellos, que a la postre le sirvió como trampolín, fue pasar por la DLeague, la liga de desarrollo de la NBA. Allí, en los Erie Bayhawks, sólo disputó un partido, en el que firmó un triple doble con 28 puntos, 11 rebotes y 12 asistencias.
Desde Erie, el técnico de ese equipo atiende a NBA.es. Es Jay Larrañaga, un viejo conocido de los aficionados del Real Madrid, del Gran Canaria y de Sevilla y que ahora está a cargo del banquillo de los Bayhawks. "Jeremy Lin estuvo sólo cinco días con nosotros, pero nos dimos cuenta de que era una persona especial", comienza.
Jeremy Lin fue fichado por los Knicks el 27 de diciembre de 2011, tras la lesión del base novato Iman Shumpert. Jugó cinco partidos antes de que los Knicks decidieran mandarle a la DLeague, a su vinculado Erie Bayhawks, algo que no siempre sienta bien. "Algunos jugadores NBA que pasan a la DLeague no tienen la mejor actitud. El caso de Lin fue distinto. Él estaba encantado y su actitud con nosotros siempre fue perfecta", continúa el técnico de ese equipo.
El 20 de enero Jeremy Lin disputó su único partido con los Erie Bayhawks, ante los Maine Red Claws. Un triple doble, sí, pero nada de eso hacía pensar que Jeremy Lin se convertiría en una de las sensaciones de la NBA en este arranque de temporada. "Sabía que era un gran jugador en la DLeague, pero la NBA es otro nivel y lógicamente teníamos dudas sobre su rendimiento ahí.Nosotros jugamos con el mismo sistema que los Knicks y él encajó perfectamente".
En estos días la pregunta es imprescindible. ¿Cómo juega Jeremy Lin? ¿Qué tipo de base es? "Es un base rápido y buen pasador, que podía anotar y generar juego para el resto. Tiene una mentalidad de equipo y rebotea, defiende.... Es un base muy completo y aquí se sintió muy cómodo", explica Larrañaga.
¿Cómo es Jeremy Lin fuera de la cancha? Lo cuenta su entrenador en la DLeague
En los cinco días que estuvo en la DLeague, Jeremy Lin demostró ser especial. "Me di cuenta de que era un jugador inteligente, educado y que siempre pensaba en el equipo. Tanto que incluso tuvo tiempo para organizar una cena con el resto de sus compañeros, aunque sólo había entrenado dos días con ellos", continúa Jay.
Jeremy sólo tuvo tiempo de jugar un partido. Al segundo, aún sabiendo que no jugaría, Jeremy quiso asistir para estar en el banquillo junto al resto de sus compañeros. "Es un tipo especial, un gran compañero y una gran persona. Lógicamente es sorprendente lo que está haciendo, pero su actitud con nosotros fue perfecta. ¿Suficientemente bueno para la NBA? Eso no lo sabes hasta que no lo ves allí", sentencia Larrañaga.
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