viernes, 6 de abril de 2012

Otro Sabonis en camino

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Ya juega en la cantera de Unicaja y está invitado al Jordan Brand Classic de unos días
Su entrenador le ve un aire a Pete Mickeal
En Málaga le ven el mejor de los hermanos y le ven con opciones para saltar a la élite
Domantas es un chico lituano que vive en Málaga desde que era un niño. A sus 15 años estudia como todo joven de su edad, pero su pasión es el baloncesto. No podía ser de otra forma apellidándose Sabonis. Domantas (16 años y 2,00 m), hijo del mítico pívot lituano Arvydas, juega en el equipo cadete de Unicaja, club al que llegó con ocho años.
Dicen que es quien más se asemeja a su padre por el talento que atesora. Incluso sus hermanos aseguran que él es el bueno. Debe ser verdad, porque dentro de una semana viajará a Charlotte para participar a partir del día 14 en la fase final del Jordan Brand Classic, campus apadrinado por el mítico Michael Jordan y auspiciado por Nike, que una vez al año reúne a los mejores jugadores jóvenes del mundo.
Anthony Davis, MVP de la Final Four de la NCAA, fue el mejor de ese campus la pasada campaña. Domantas Sabonis comparecerá a la cita tras ser seleccionado entre los 10 mejores en la versión internacional de este campus, que tuvo lugar en Londres, y en la que participaron jugadores de más de 20 países nacidos en 1996 y 1997.
Domas entrena y trabaja junto a otros 90 chicos repartidos entre los equipos de pre-infantiles, infantiles y cadetes. Casi un centenar de futuros jugadores que entrenan tres horas diarias escuchando el griterío de decenas de niños que empiezan a jugar bajo la tutela del Unicaja Málaga. "El chico es excepcional. Tener un apellido como el que tiene debe ser complicado. Yo creo que lo tiene claro, y ahí le hemos ayudado todos y lo lleva con la mayor naturalidad posible. Ya cuando era infantil y tenía 12 años, tuvo que saludar a la grada porque le gritaban Sabonis, Sabonis. Lo lleva con absoluta normalidad. Siempre hay ruido alrededor", explica a MARCA su actual entrenador, Rafael Piña.
El técnico advierte de lo fácil que es todo con el chico. "Es muy inteligente y tiene una muy buena cabeza. Sabe que está aquí porque le encanta el baloncesto y no por su nombre. Tiene una proyección para llegar a un nivel alto, y puede conseguirlo porque tiene actitudes técnicas y físicas. Es un trabajador nato. Yo destacaría su cabeza. Es un chico de nota, tiene un buen currículum. Es un chico excepcional".
Piña, al igual que la gente que lo conoce, no duda en señalar las cualidades de un quinceañero llamado a hacer grandes cosas. "Tiene potencial. Creo que puede llegar. Luego, en un deporte tan profesionalizado, tienes que tener suerte con las lesiones. Hay muchos factores, como que en el momento de dar el salto tengas un entrenador que te apoye y un club que te respalde, porque eso es lo difícil".
Además, los genes ayudan, aunque está claro que el apellido le va a acompañar toda su vida. Y las comparaciones estarán a la orden del día. "Para él será muy difícil porque le van a estar comparando todo el tiempo, ya le ha pasado a los dos hermanos y no han podido dar el salto", relataba su técnico.
Algo que le está ayudando a crecer es el potencial del equipo cadete, base de la selección andaluza que se ha proclamado recientemente campeona de España de la categoría. "En este grupo hay varios que pueden llegar. Le alivia que no sólo se hable de él como potencial futurible. Hay dos o tres jugadores que pueden llegar. Para el grupo no es Sabonis, es Domas".
A sus 15 años, se comienza a vislumbrar parecidos con el padre, al menos, en lo que a aptitudes y actitudes se refiere. "Es un jugador cuya posición natural es de 4, pero que va a tener que evolucionar de tres. Su mayor cualidad es su competitividad. Parece que no destaca en nada y cuando ves las estadísticas dices: vaya partidazo ha hecho. Es completísimo. Es muy competitivo y eso le va a ayudar a llegar. Es a veces demasiado autoexigente. No quiere quedarse atrás, ni relajarse, porque es
demasiado exigente consigo mismo", cuenta Piña.
UN ESTILO A PETE MICKEAL
Su entrenador lo compara con el barcelonista Pete Mickeal porque "es zurdo, sabe tirar, rebotea, defiende y es un jugador frío" y tiene claro que por sus venas corre sangre de Sabonis. "Es, por su privilegiada cabeza, a quien veo más cerca de su padre. Tiene lo primordial: cuerpo, trabajo y cabeza. De los tres es al que más cerca veo del padre".
Para el chico, ser lituano es un orgullo, como lo es para el padre. Mientras juega o no allí, disfruta del deporte que ama en la cantera de Unicaja, donde cuidan que sea un deportista feliz y estudioso, rodeado de amigos con los que entrena, juega, va al cine y come pizzas. Ahora es Domas, habrá que ver cuando empiezan a llamarlo Sabonis.

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