LeBron James es un hombre feliz. Vive uno de sus mejores momentos de su carrera y parece que todos se rinden a su paso visto el alto nivel que está exhibiendo en los últimos tiempos. Su rendimiento en las últimas fechas y sus estratosféricos números le han colocado en lo más alto y su nombre empieza a situarse a la altura de Jordan.
Sin embargo, el alero no quiere saber nada de comparativas y debates sobre quién es mejor o puede llegar a ser el número 1 de la historia. LeBron entiende el debate y sabe que es parte del negocio del deporte, pero él sólo está centrado en ser él mismo y no en llegar a ser como Jordan.
"La comparación con Jordan no es una cuestión de hartazgo. No estoy cansado de ello", afirmó LeBron en una entrevista concedida a CNN. "Mike es Mike y un hombre sólo puede ser él mismo. No puedo ser Mike, no quiero ser Mike. No es que no quiera, es que yo soy quien soy".
Tajante sobre cualquier comparativa, LeBron asegura que sólo tiene un objetivo: seguir mejorando de cara a un nuevo anillo. Él está cumpliendo su cometido y en las últimas fechas ha conseguido elevar su nivel hasta rozar la excelencia. Hasta su compañero Dwyane Wade (que ha elegido a Kobe como el mejor jugador de la última era) alucina con él.
"En uno de los últimos partidos, Wade me miró y me dijo: '¿Quién eres tú?'. Yo le contesté que cómo que quién era. 'Soy yo, uno de tus mejores amigos, ¿a qué te refieres?'. Entonces Dwyane me dijo: 'No sé quién eres ahora mismo. No eres de este planeta".
Los números de LeBron en los últimos partidos le han llevado a superar un récord de hace más de 20 años cuando Moses Malone encadenó seis partidos seguidos con más de 30 puntos y con un porcentaje de acierto superior al 60%. Unos números de escándalo que dan una medida de la confianza que tiene el alero en sí mismo.
"Ahora mismo, cuando tiro a canasta, es como cuando estás en la playa y tiras una pelota. No importa lo que hagas, que siempre acaba en el agua. Y eso es lo que siento siempre que salgo a la cancha", confiesa LeBron. "Siento que cada tiro que hago, no importa cómo tire o la distancia, va a entrar. No he conseguido un 100%... todavía (risas). Estuve cerca, sólo fallé una bandeja. Durante el partido no era consciente de llevar ese porcentaje, pero cuando fallé pensé: 'Oh, he hecho un 13 de 14 y he fallado una bandeja".
LeBron ha recuperado la sonrisa ("Estoy feliz de volver a divertirme con el juego y a amar el baloncesto", asegura) y eso se nota con su rendimiento en la cancha.
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