Byron Mullens, con 25 puntos y 18 rebotes, lideró el sorprendente triunfo de sus Bobcats ante los Celtics y fue designado 'MVP de la Jornada' por la NBA.
El actual pívot de los Bobcats, que la pasada temporada protagonizó el famoso 'demolition dunk', que llegó a trabajar de fontanero para pagarse los estudios, ejercía de 'profesor' en un correccional juvenil en sus años de instituto y jugaba partidos de basket.
En el verano de 2011, aprovechando el 'lockout' y siendo aun jugador de los Thunder, Mullens volvió a jugar entre rejas con el 10 blanco a la espalda en un uniforme naranja 'corredor de la muerte'.
El 'Ross Correctional Insitute' en Ohio fue ese verano el cuartel general de Mullens, al que los presos no se lo pusieron nada fácil el primer día como reflejó Espn en un documental.
Cada jugada en la que este pívot de casi 24 años y 2,10 de altura no machacaba, servía a los presos para atacarle psicológicamente. Cualquier cosa para intentar ganar. Luego, le pedían que en la próxima visita trajera con él a Kevin Durant y Russell Westbrook.
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