Otra vez ese maldito sonido. Otra vez un giro inesperado y un leve "crack" de fondo que resquebrajaba cualquier esperanza. Brandon Roy se echaba las manos a su maltrecha rodilla mientras su cara expresaba dolor y hastío a partes iguales.
El que fuera 'rookie del año' en 2007 tenía el partido ante los Lakers marcado en rojo en su particular calendario. Era el día señalado para su enésimo regreso. Una nueva resurrección. Sin embargo, sus viejas amigas le volvían a jugar una mala pasada y el dolor, compañero de viaje durante sus últimas temporadas, volvía a cogerle de una mano, mientras la desesperación se prendía de la otra.
"Lo dejo. Esta vez, lo dejo". Fueron los primeros pensamientos que se le vinieron a la cabeza como confesaría después, horas antes de que su equipo se enfrentase a los Lakers. "En ese momento pensé que no podría volver. Ahora mismo mi carrera está en una encrucijada".
El escolta se ve ante su última oportunidad. Esta vez no alberga la esperanza de volver a ser el que fue. Sabe que tiene muy pocas posibilidades de regresar y ya no descarta la retirada. No habrá un nuevo intento por alargar una carrera marcada por unas articulaciones tan débiles como impresionante era su talento.
"Parece que esta tiene que ser mi última temporada", asegura. "Y no puedo reprocharme nada porque sé que lo he intentado. Así que pensar que esta puede ser mi última temporada no es tan duro como el año pasado. Lo he intentado. He dado todo lo que tenía por volver y ahora estoy en paz".
Esta vez parece que el jugador está dispuesto a tirar la toalla y poner punto y final a una carrera más corta de lo que él esperaba. "El año pasado no quería oír hablar de eso. No era suficientemente maduro como para verme fuera del juego", afirmó con gesto serio.
"Sin embargo, ahora sí creo que puedo seguir ofreciendo algo al baloncesto", admite el que fuera compañero de Rudy y Sergio en Portland. "Hay un mensaje que puedo dar a través del baloncesto. No era el más rápido, ni el que más alto saltaba, pero mi conocimiento del juego me ayudó a ser un jugador efectivo a un alto nivel, así que me veo entrenando en la NBA. Si esta temporada es la definitiva no quiero estar mucho tiempo alejado del baloncesto. Me gustaría volver cuanto antes".
Roy todavía se niega a usar la palabra retirada. Aún le queda un mínimo de esperanza. Pero no quiere alejarse de la realidad y sabe que el fin puede estar más cerca de lo que él quisiera.
"No estoy preparado para decir que me retiro, pero si pudiera jugar los últimos 15 partidos de la temporada, creo que sería suficiente para mi", aseguraba visiblemente emocionado antes de volver a vestirse de calle para ver a sus compañeros ante los Lakers desde la grada.
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