"Tranquilos, me van a operar y estoy bien. Ganad este partido por mí". Fue el mensaje que les mandó Kevin Ware a sus compañeros de Louisville al descanso.
Minutos antes sufrió una de las lesiones más escalofriantes de la historia del deporte: se rompió la pierna por dos sitios (tibia y peroné), algunos compañeros rompieron a llorar en ese instante, otro estuvo a punto de vomitar, el técnico Rick Pitino tuvo que secarse las lágrimas mientras veía cómo el hueso se había salido y el joven jugador no paraba de gritar "ganad el partido, ganad el partido".
La acción fue tan terrible que el Lucas Oil Stadium enmudeció, se hizo un silencio brutal, la CBS ofreció dos repeticiones y no volvió a mostrar la fatídica acción y Louisville tardó más de tres minutos en reaccionar.
Al final, Louisville ganó a Duke 85-63 y se ganó un sitio en la Final Four Universitaria junto a Michigan, que ganó 79-59 a Florida, Syracuse, que se impuso a Marquette 55-39, y a la cenicienta Wichita State que hizo historia en el March Madness al imponerse a Ohio State por 70-66.
Lógicamente, Louisville le dedicó el triunfo a Ware y Chane Behanan, su compañero e íntimo amigo, le rindió su particular homenaje luciendo su '5' en los últimos instantes.
Ware, un sophomore del Bronx, fue clave en el triunfo previo ante Oregón en la semifinal regional con 11 puntos saliendo desde el banquillo y fue operado inmediatamente en Indiana.
Sus compañeros acudieron a visitarle tras la victoria y le entregaron el trofeo de campeones regionales.
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