J.R. Smith (Knicks) ha sido el ganador del premio de 'Sexto Hombre de la temporada NBA' superando al gran favorito para el galardón, Jamal Crawford (Clippers).
Smith concluyó la temporada con 18,1 puntos de promedio y superó a Crawford (16,5), que fue segundo, y a Jarret Jack (12,9), de los Warriors, que fue tercero, y también candidato al premio.
La gran labor ofensiva de Smith fue decisiva junto a Carmelo Anthony para que los Knicks lograsen el título de la División Atlántico por primera vez desde la temporada de 1994 y acabasen con el reinado de los Celtics de Boston.
Los Knicks también consiguieron quedar segundos en la Conferencia Este y disputar la primera ronda de la fase final contra los Celtics a los ya ganaron el partido inaugural de la serie al mejor de siete.
Los Knicks también consiguieron quedar segundos en la Conferencia Este y disputar la primera ronda de la fase final contra los Celtics a los ya ganaron el partido inaugural de la serie al mejor de siete.
El premio es el segundo que recibe un jugador de los Knicks en las dos últimas temporadas después que en la temporada 2011-12 Chandler ganó el del Jugador Defensivo del Año.
Smith tiene firmado un contrato de dos años por 2,8 millones de dólares cada temporada, pero el segundo es opción del jugador lo que significa que podría rechazarlo y ser agente libre.
J.R. Smith apuntaba muy alto al llegar a la NBA. Sin embargo su conflictivo pasado (cumplió condena al estar implicado en un accidente mortal) y su cabeza le jugaron una mala pasada, colocándole el cartel de díscolo y rebelde.
Tras tatuarse a Michael Jordan y su paso por China durante el 'lockout' (donde prometió un 'triple-doble' cada partido) parece haber encontrado la paz interior y en los Knicks empieza a ser el jugador decisivo que se le presuponía. Él mismo asegura que sólo tiene un objetivo en la cabeza: ganar el anillo de la NBA.
La clave de su conversión la explicó el propio Smith a principio de temporada: "Ya no salgo todas las noches por Nueva York ni antes de partidos. Cada día voy al gimnasio e intento trabajar todo lo que puedo. Antes, en mí carrera, hubo muchas veces que llegaba con una energía negativa al gimnasio, no quería estar ahí, me pasaba el rato deambulando haciendo el ganso. Este año me lo tomo más en serio y he comprendido que cada partido fuera es un viaje de trabajo, no un viaje para ir a jugar. Llego y trabajo duro".
"Quiero que mis padres se sientan orgullosos de mí. Mi padre ha sido un fan de los Knicks toda su vida y no quiero decepcionarle ni a él ni a mi madre", reconoció Smith.
J.R. creció en Nueva Jersey en una familia de bastante buena posición económica.
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