jueves, 14 de marzo de 2013

La fuerza de los sueños lleva a Chris Wright a hacer historia; será el primer jugador NBA con esclerosis múltiple

La fuerza de los sueños lleva a Chris Wright a hacer historia; será el primer jugador NBA con esclerosis múltiple










Era un entrenamiento más. Una sesión como otras miles a lo largo de su carrera. Un esprint de los millones que ha realizado para cruzar la pista a toda velocidad. Sin embargo, las sensaciones no fueron las mismas. Al llegar al final de la cancha, el pie izquierdo le falló y le hizo perder el equilibrio. Aunque tampoco le dio demasiada importancia. Aquel incidente fue sólo el inicio de una pesadilla para Chris Wright (Maryland, 1989).

Un joven base que se hizo un nombre en la prestigiosa Universidad de Georgetown, pero que vio volar su sueño de llegar a la NBA por culpa de su menudo cuerpo. Anotador prolífico y gran pasador con los 'Hoyas', Wright vio cómo pasaban las rondas del draft de 2011 sin que su nombre apareciera en ninguna de ellas. La NBA le consideraba demasiado pequeño para triunfar en un mundo de gigantes. Un revés del que pronto se levantó.
Wright no perdió el tiempo. No quería quedarse en un rincón lamiéndose las heridas de la realidad. "Ya vendrán otras", pensó tras el varapalo.
El base volvió a su casa, a Georgetown, para seguir trabajando mientras su agente buscaba opciones fuera de la NBA. La oferta no tardó en llegar. Más lejos de lo que él habría querido, pero le daba la oportunidad de probarse en el baloncesto profesional. El modesto Olin Edirne turco reclamaba sus servicios.
Wright llegó a Turquía y pronto dejó claro que no era el típico base estadounidense. Más preocupado por hacer jugar a sus compañeros que por anotar, Wright pronto se hizo con la batuta de un equipo ideal para él, sin grandes aspiraciones y en el que podría mostrar todo su potencial.
Sin embargo, todo cambió a finales del mes de marzo de 2012, en aquel entrenamiento fatídico. Wright terminaba la sesión con una serie de esprints. Todo iba según lo previsto. Demostraba sobre la cancha la velocidad que le caracterizaba. Serie tras serie. En cambio, un pequeño movimiento, en apenas un segundo, cambió por completo el mundo del base de Maryland. El pie izquierdo le falló y perdió el equilibrio.
"Ni siquiera le presté atención al principio", confiesa Wright casi un año después. "Pensé que había resbalado con las líneas de la cancha o que había hecho cualquier otra estupidez".
Sin embargo, lo que provocó que Wright perdiera la sensibilidad en su pie izquierdo era algo mucho más grave. Un problema que haría tambalearse la vida de cualquier persona y mucho más, los sueños de llegar a ser profesional de cualquier deportista. ¿De cualquiera? No.
El pie izquierdo fue sólo la punta del iceberg. Esa misma noche, en casa, Chris perdía la sensibilidad de su mano derecha, de su brazo derecho y, parcialmente, de toda su pierna diestra. Síntomas que apuntaban al peor diagnóstico posible: la esclerosis múltiple.
"Ni siquiera sabía qué era eso", asegura Wright un año después de ver cómo el destino se reía de él. "La primera vez que me hablaron de ello fue como: 'Vale, ¿y qué tengo que hacer para recuperarme?".
"QUIERO JUGAR AL MÁXIMO NIVEL"
La fuerza de los sueños lleva a Chris Wright a hacer historia; será el primer jugador NBA con esclerosis múltiple
En esta ocasión la solución no se encontraba en unos días de reposo y unas sesiones de rehabilitación. Estaba ante el final de su carrera. O al menos eso es lo que le decían los médicos.
"Todos me decían que lo sentían. Era raro. Hay muchas cosas negativas alrededor de esta enfermedad y todos se ponían en lo peor", afirma el actual base de los Iowa Energy de la NBDL. A esa impresión tampoco ayudaban los artículos que leía. Decían que su carrera había terminado. Sin embargo, Wright, que se había documentado sobre su enfermedad en la Red, se negaba a admitirlo.
Pese a la voluntad del deportista , los agoreros parecían tener razón. Las puertas se le cerraban en el Viejo Continente y su carrera parecía abocada al fin en aquel ya lejano mes de marzo. Wright estaba a punto de tirar la toalla, cuando su historia dio un giro radical.
En agosto de 2012 Chris Makris, mánager general de los Iowa Energy y que había seguido toda la carrera de Wright, llamó al representante del jugador Doug Neustadt para preguntarle por su situación contractual. El agente, antes de nada, advirtió al directivo de la NBDL sobre el estado de salud del jugador.
"Si soy sincero no estoy muy versado en esta enfermedad", aseguraba Makris. "Sabía lo que es esta enfermedad, pero no tenía ni idea de cómo podía afectar a un deportista profesional".
La creencia más generalizada es que las personas que sufren esclerosis múltiple no tienen ninguna posibilidad de volver a hacer deporte, ni siquiera a nivel aficionado, y muchos la asocian con una enfermedad terminal. Sin embargo, ni Wright ni su entorno estaban dispuestos a tirar la toalla. "No sólo quiero jugar al baloncesto. Quiero demostrar que se puede hacer al primer nivel", declaró tras firmar por los Energy.
El base trabaja con la doctora Heidi Creyton, la persona que mejor sabe cuánto han afectado estas ideas preconcebidas en el ánimo del jugador. Incluso cuando, en su caso, parece que la enfermedad está remitiendo. También es la persona que más le ha animado para que no tire la toalla y siga empeñado en cumplir su deseo.
Un sueño que estuvo a punto de hacerse realidad en verano, cuando un equipo de la NBA (se desconoce el nombre) invitó a Wright a hacer las pruebas en las Ligas estivales. Todo estaba preparado, Wright tenía la maleta hecha y el billete de avión en la mano, cuando su agente recibió la llamada del representante del equipo echándose atrás en el último instante. El motivo, su enfermedad.
Y POR FIN, LA NBA
Una vez más, la vida le golpeaba con su lado más cruel. Sin embargo, el jugador volvió a mostrar su carácter indomable y se rebeló contra la realidad. Trabajó a destajo y demostró, partido a partido, que pese a su enfermedad sí tenía hueco en la NBA.
Y al final, lo ha conseguido. Sus números (15,5 puntos, 7,1 asistencias y 1,6 robos de media en los 38 partidos disputados) han vencido a su enfermedad y por fin podrá ver cumplido su sueño de llegar a estar con los mejores.
Chris Wright ha firmado con los Dallas Mavericks por 10 días después de que la franquicia tejana cortara a Dominique Jones. Wright se convertirá así en el primer jugador con esclerosis múltiple que llega a la NBA, demostrando que la fuerza de los sueños es más poderosa que cualquier enfermedad.

No hay comentarios: