La afición de los Sixers parece que ha colmado su paciencia con Andrew Bynum. El pívot sobre el que se había edificado el futuro inmediato del equipo ha resultado ser un gigante de porcelana que todavía no ha vestido el uniforme de los Sixers por culpa de unas maltrechas rodillas. Y puede ser que no lo haga nunca.
El pívot ha declarado que está más cerca de perderse toda la temporada que de volver a vestirse de corto. Si a estas declaraciones le añadimos que en verano se convertirá en agente libre sin restricciones y podría firmar por cualquier equipo, la reacción de la grada no se ha hecho esperar y los aficionados, cansados de esperar, han empezado a acusar al jugador de fraude.
Una acusación a la que se ha sumado el fiscal del distrito de Philadelphia, Seth Williams. El abogado ha bromeado en su cuenta personal de Twitter con esta posibilidad tras conocer que Bynum, un jugador que esta campaña cobra 16,9 millones de dólares, podría perderse toda la temporada.
"¿Cuánto está cobrando? ¿Tengo que iniciar una investigación y llamar al gran jurado", bromeaba Williams en su cuenta personal. "Podría ser considerado fraude, atraco o robo. Los fans de los Sixers necesitan saberlo".
A pesar del ambiente en contra de la figura de Bynum, los Sixers siguen apostando por el pívot. Creen que es el jugador que puede devolverles glorias pasadas y están dispuestos a todo con tal de renovarle antes de que salga al mercado el próximo verano sin tener en cuenta el largo historial de lesiones del jugador.
"Es nuestra primera opción", ha declarado Tony DiLeo, mánager general del equipo de la ciudad del amor fraterno. "Si es una decisión calculada o un riesgo, será algo que valoraremos al final del año. Ahora mismo no tenemos toda la información, pero lo que es cierto es que se va a convertir en agente libre, que puede ir a cualquier equipo y que sólo tiene 25 años".
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