En ese abrir y cerrar de ojos, Pau se veía haciendo las maletas sin rumbo conocido y elucubraba con todo tipo de opciones. Wallace, que ya le quiso en Boston, le reveló su nuevo destino: "Pau, te mandamos a los Lakers". Unas horas después Pau hablaba con MARCA: "Sigo en estado de shock. Estoy en una nube. ¿A los Lakers? Ahora puedo pelear por un anillo".
Eso fue un viernes. Ida y vuelta rápida para reconocimiento médico, meter en las maletas algo más que unos calzoncillos, vio a sus nuevos compañeros ganar en Washington, fue presentado oficialmente y debutó ante los Nets un martes 5 de febrero. Fue su particular supermartes mientras Obama y Hillary Clinton vivían el suyo propio. "Espero no desentonar", dijo a MARCA, testigo de excepción de sus primeros días como 'laker'. 'El supermartes de Pau', titulo este diario.
La llegada de Pau a los Lakers causó un tremendo revuelo. Phil Jackson dijo a MARCA que esperaba que Pau les ayudara a ganar el anillo, Magic se mostró esperanzado, Kobe bendijo su llegada y sus rivales la maldijeron.
Han pasado cuatro años de aquel supermartes. Una primera final perdida ante Boston, dos anillos y la debacle de los pasados playoffs. De aquellos barros estos lodos coincidiendo con un nuevo supermartes totalmente distinto: Romney vs Santorum, partido de Pau en Detroit con una gran actuación personal pero con derrota de los Lakers y el futuro del ÑBA y de la franquicia en el aire a la espera del 15-M, fecha tope para realizar traspasos.
El jugador adorado por Tex Winter y su triángulo ofensivo y pieza fundamental en los éxitos recientes de los Lakers se ha convertido en un bien prescindible y que ha sido puesto en el mercado por Mitch Kupchack. Cuatro años después de aquel 'robo del siglo' Pau tiene asumido desde hace semanas que lo normal es que cambie de aires tras su frustrado traspaso a Houston a tres bandas por Chris Paul. Un supermartes después suena el "tic, tac, tic, tac" de la cuenta atrás de los traspasos con múltiples escenarios en el horizonte: Boston, Chicago, Minnesota, Houston, Orlando o la opción de seguir en los Lakers que parece ya algo más remota. A estas alturas todo está en el aire. Como el recuento de Ohio.
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