La lesión de Ricky Rubio en el partido ante Lakers ha sido, sin duda, una de la peores noticias de esta temporada tan atípica. La gravedad y el alcance de su lesión de ligamentos, que hará muy difícil que pueda participar en los JJ.OO. de Londres, me ha recordado a una situación todavía más grave que vivió otro de los elegidos a jugar en la mejor liga del mundo. Aquello terminó bien.
Raúl López ha sido, en muchos sentidos, un ejemplo a imitar para muchos jugadores que vieron en el de Vic a un jugador a seguir. Por desgracia, sus problemas con las lesiones limitaron una carrera que, a pesar de todos los problemas, sigue maravillando, ahora en las filas de Gescrap BB.
El base de los Juniors de Oro llegó a la NBA en el verano de 2002, tras dos temporadas por debajo de lo esperado jugando para el Real Madrid, lastrado por su primera grave lesión en un partido en el Pabellón Pisuerga.
Raúl había sido seleccionado por Utah Jazz que pensaban en él como, ni más ni menos que sucesor de John Stockton. Al máximo asistente de la historia aún le quedaba una temporada antes de retirarse y Jerry Sloan pretendía que el novato pudiera aprender compartiendo vestuario con uno de los grandes de la historia.
Por desgracia, Raúl sólo compartiría vestuario con el 12 de los Jazz porque una gravísima lesión de ligamentos le dejó en el dique seco toda la temporada. López y Stockton jamás jugarían en un partido oficial, una oportunidad que pudo haber sido decisiva en la carrera del catalán.
Sin embargo, el base demostró ser un luchador recuperándose para llegar a tope la siguiente temporada, en la que peleaba por un puesto como titular con Carlos Arroyo y Maurice Williams. Arroyo aprovechó su oportunidad, dejando a López el puesto de segundo base, siendo titular en 11 partidos. Raúl pudo jugar la temporada completa, los 82 partidos, y ese es el claro ejemplo que Ricky Rubio debe tener en su mente.
A diferencia de Raúl, para Rubio es la primera lesión grave de su carrera. A sus 21 años, ha demostrado de lo que es capaz tanto en Europa como en la NBA. Su explosión en ésta, su temporada de debut, es algo que le da margen como para pensar en volver a tope y tener su sitio garantizado al frente de cualquier equipo en la mejor liga del mundo. Raúl López no lo tuvo tan fácil porque, aunque su temporada le abrió las puertas de la titularidad en los Jazz, al siguiente año volvió a lesionarse, jugando únicamente 31 partidos. Curiosamente, como en el caso de Ricky, Raúl se lesionó de gravedad ante Los Ángeles Lakers.
El ejemplo del actual base del Gescrap BB debe ayudar a Ricky para no tener prisa en la recuperación de una de las lesiones más complicadas que puede tener un jugador de nuestro deporte. Si asegurar una recuperación total de su rodilla implica perderse la cita olímpica, no creo que haya que dudar sobre qué hacer. Mientras tanto, echaremos de menos al que, hasta este momento, era uno de los 3 mejores novatos de la temporada.
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