Primero fue Howard, al que ya había precedido Chris Paul con su renovación por los Clippers, luego fue Iguodala, Josh Smith... Todos los grandes nombres que podían sonar para los angelinos fueron escogiendo otros destinos hasta dejar el mercado como un erial y en el que apenas quedan productos de calidad --como Pekovic, Jennings o Monta Ellis-- pero por los que, sin embargo, no merece la pena hipotecar parte de tu futuro.
Por ello, Mitch Kupchack, la familia Buss (con el consejo de Phil Jackson) y el resto del organigrama de la franquicia angelina han decidido situar su vista un paso más allá y ahorrar el máximo posible este verano. De esta manera, los Lakers se aseguran poder pasear por el bazar de lujo que será la agencia libre en 2014 con un buen fajo de billetes en la mano.
Ni mucho menos los Lakers han tirado la temporada que viene por la borda. No va con su filosofía. Pero si hay algo que tienen claro en las oficinas del Staples es de la necesidad de no gastar por encima de las posibilidades, pensando en las ofertas que podrán hacer el año que viene.
Así, encima de la mesa de Kupchack, mánager general del equipo, aparecen nombres como el de Lamar Odom, Gary Neal, Carlos Delfino o Nate Robinson. Nombres sin las luces de neón que Superman llevaba en su camiseta, pero que podrían ayudar al equipo a cumplir sus objetivos. Serían los complementos perfectos a unos primeras espadas veteranos como Nash, Metta o Gasol y a la gran figura, Kobe Bryant, cuyo retorno aparece sembrado de incógnitas.
Los Lakers no entienden la palabra derrota y por ello, cuando comience la temporada a finales de octubre, irán a por todas e intentarán luchar por un anillo que ahora mismo parece muy lejano. Ese espíritu es el que les ha llevado a descartar hacer 'tanking' (perder para tener buena posición en el draft) para intentar hacerse con Andrew Wiggins en el draft de la temporada que viene.
Sin embargo, los Lakers también son realistas y saben que esta temporada puede ser de transición antes de que llegue el mercado del año que viene, donde aparecen nombres tan atractivos como Wade, Bosh, Randolph, Gay, Deng o, sobre todo, Carmelo Anthony y LeBron James.
Estas son las piezas más cotizadas y para las que los Lakers guardan el parné. Por ellos ofrecerán el máximo posible, a sabiendas de que ni Miami (si quiere seguir contando con Bosh y Wade) ni Nueva York tendrán tanto margen de maniobra como ellos.
Para ello, cuentan además de todos los ingresos y lo que se han ahorrado en la ficha de Howard, con lo que dejarán de gastar en sueldos como los de Metta (7,7 millones) y Pau Gasol (19,2), que terminan contrato el próximo 30 de junio de 2014. Como también lo hará Kobe, aunque en este caso, los Lakers sí renovarán el contrato de su santo y seña para que sea él quien convenza a LeBron o Melo o a ambos para vestir de dorado y púrpura.
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